“LIBERTAD Y COMPROMISO”
Con este lema, “Escuelas Católicas”, celebró el XIII Congreso Nacional a finales de octubre de 2015. Y es que en España, cuando hay elecciones, la libertad de enseñanza y el modelo de educación se cuestiona en ciertos ámbitos sociales y políticos.
En el artículo 27, apartado 3 de nuestra Constitución Española, leemos: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Y en el apartado 6 continua:” Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales”.
Podemos comprobar también, como todos los países de mayor tradición democrática que forman la Unión Europea, recogen en sus Constituciones, el derecho a la libertad de enseñanza. El Secretario General de Escuelas Católicas de Francia, D. Pascal Balmand, presente en el Congreso citado anteriormente, manifestó en su intervención que “la escuela católica en Francia es un actor fundamental dentro del panorama educativo. Es una escuela abierta a todos y totalmente integrada en la sociedad donde el Estado reconoce ese proyecto cristiano de educación. Y en cuanto a la financiación, el salario de los profesores lo aporta el Estado y los gastos de funcionamiento, el 55% depende del gobierno central o autonómico y el 45% restante, lo aportan los padres. Desde 1959, en que se aprobó la Ley Debré, en Francia se reconoce el Carácter Propio de la Escuela Católica, de tal manera que permite elaborar y trabajar un proyecto cristiano con plena libertad.
Si a nivel Europeo existe el reconocimiento y el respeto de todos los ciudadanos, respecto a la libertad de enseñanza ¿por qué en España se manifiesta abiertamente esa intolerancia y se predica una única enseñanza pública? A veces me cuestiono si en España tenemos claro lo que significa ser demócrata, porque las actitudes que algunos expresan, huelen más bien a dictaduras ya viejas y caducadas por su historia nefasta para los países que las han sufrido.
Garantizar el derecho a la educación, a la libertad de enseñanza y el pluralismo son claves para la sociedad y deberían tenerse muy en cuenta por los partidos políticos. Porque pluralismo y libertad son inherentes a la democracia, y que precisamente esa democracia se garantiza cuando el ciudadano puede elegir, por ello no basta que haya pluralidad dentro de una escuela única, se necesita pluralidad de escuelas. Luego, la existencia de la enseñanza concertada garantiza esa libertad de elección de los padres. “La enseñanza concertada no es un servicio público, propio del Estado, sino un servicio de interés público”. Por tanto, el derecho a la educación de todos los ciudadanos no puede seguir sirviendo de coartada a pretensiones monopolizadoras.
Nadie educa igual a sus hijos. La educación es un servicio y servir significa acompañar al niño y al joven en su camino de crecimiento y desarrollo. Ayudado a que se enriquezca como persona y crezca en él el sentido de lo verdadero, el sentido del bien y el sentido de lo bello, para que pueda abrirse a la realidad no con una actitud posesiva ni con prejuicios ideológicos, sino con una mirada de asombro y respeto ante el misterio de la vida.
La libertad de enseñanza es la mejor forma de responder a los actuales fines de la educación. “La Escuela Católica” es un ejemplo de libertad y compromiso porque:” Sabemos educar, construimos la libertad y aceptamos el compromiso afianzados en la vida y el mensaje de Jesucristo”, palabras de monseñor Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid.
La Escuela Católica es una de las instituciones que forman líderes y educan contra la exclusión social y a favor de la integración y la diversidad. Creamos espacios de reconciliación y cocreación, escuelas abiertas al entorno para colaborar en la transformación de la realidad y lo hacemos desde el evangelio, que no se impone, se propone.
La escuela católica está presente en el mundo a través de 210.000 centros que escolarizan a 44 millones de alumnos no universitarios. En España hay 2.590 centros, con 1.434.524 alumnos y 123.835 profesores y se encuentran en 770 localidades de nuestra geografía.
Está orgullosa de su tradición y quiere seguir trabajando al servicio de la sociedad para contribuir al bien de todos. La libertad de enseñanza, un principio reconocido en nuestra Constitución, es la que permite mantener este tipo de escuelas dotadas de un Proyecto Educativo propio, plurales, diversas, universales, favorecedoras de la equidad, creativas e innovadoras.
Hna. Josefina A. B